Dos grandes MITOS sobre São Paulo


São Paulo es la capital del Estado de São Paulo. Es una de las ciudades más grandes de Brasil. Actualmente tiene once millones de habitantes y junto con su área metropolitana, tiene veintidós millones. Siendo así la tercera metrópoli más grande de Latino América.

Estos números a veces asustan y son uno de los motivos por lo cuales comienzan a correr rumores sobre la ciudad, que derivan en mitos que poco tienen que ver con la realidad.

MITO 1: EL TRÁNSITO es peor que el de ciudades como Buenos Aires


MENTIRA! Si vamos a compararlo con esta ciudad hay que tener en cuenta varios factores. Una de las principales diferencias es que São Paulo es mucho menos densa que Buenos Aires y mantiene un carácter barrial. (Mirá la nota “SãoPaulo una ciudad de carácter barrial”). Es decir, la mayoría de sus barrios tienen casas bajas, con callecitas poco circuladas. En tránsito se localiza en sus avenidas principales y en las horas pico pero todo el resto de calles es muy tranquilo. De hecho, en todas estas callecitas internas siempre hay espacio para estacionar el auto, SIEMPRE. Y de hecho se ven muy pocos autos estacionados en la calle. Lugar hay de sobra.

Los tiempos de viaje son largos, pero más que nada esto se debe a las largas distancias. Ya que, es una ciudad con una muy amplia extensión de territorio.

Además, la manera de manejarse con respecto al tránsito también en muy tranquila, y no hay gente tocando bocina ni insultando. Es muy poco común ver conductores peleando. Y todo esto lo vuelve muchísimo más llevadero.

MITO 2: Es una de las ciudades MÁS PELIGROSAS


Nuevamente estamos hablando solo de un prejuicio.
En mi intercambio formé amistades con gente de Santiago de Chile, Lima, Caracas, Ciudad de México y Bogotá, y para todos nosotros nos resultó menos peligroso que en nuestras respectivas ciudades.

Todas las grandes ciudades tienen el prejuicio de ser totalmente peligrosas. Y sin embargo, las capitales latinoamericanas son todas bastante similares en cuanto a seguridad.

En mi caso, Buenos Aires Capital, me resulta mucho más peligrosa que São Paulo. Sino digo muchísimo! Y es que actualmente las favelas fueron en su gran mayoría desplazadas a las afueras de la ciudad. Ya no quedan favelas dentro. La policía se volvió mucho más rígida en los últimos años y la ciudad está muy controlada.

La mayoría de los barrios residenciales son muy tranquilos. Incluso para caminar sola por la noche. Y las zonas peligrosas son conocidas, como por ejemplo, el centro de la ciudad. Entonces simplemente se trata de moverse con más precaución por esta zona a partir de cierto horario.

Por lo demás, no hay gente viviendo en las calles, ni pidiendo dinero. (esto sólo sucede en el centro).

No hay hurtos en los buses, ya que tienen un cobrador que está vigilando.

No hay “motochorros”, es decir gente robando en motos. Lo único que si hay es gente que hurta en bicicletas por el centro de la ciudad, en las calles con ciclovía.

Tampoco hay gente pidiendo dinero dentro de los restaurantes ni en los parques o plazas. Lo mismo con los buses. El único lugar donde piden dinero o venden productos es dentro de los subterráneos y sólo en horarios pico. Porque esta actividad está prohibida y si los encuentran realizándolas los echan.

Todas estas ideas son producto de prejuicios y hay que tener bastante cuidado a la hora de escuchar las opiniones ajenas sobre las ciudades a las que viajamos.

Estos dos ejemplos fueron de las cosas que más me dijeron antes de viajar. Incluso gente que jamás en su vida había pisado São Paulo. Una vez viviendo allá la cosa cambió. El panorama era totalmente distinto.

Por eso, antes de viajar hay que tener en cuenta que las opiniones ajenas sobre el lugar al que vamos pueden ser muy relativas y algunas incluso pueden provenir de prejuicios totalmente ajenos que ni siquiera corren por cuenta de la propia experiencia.

Tenemos que aprender a viajar más desprejuiciados y más abiertos a aprender del lugar al que vamos desde cero.

Espero que les haya servido la nota.

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