Viajamos con sueños

Soñamos con viajes que después nos traen sueños.

Cuando viajamos por mucho tiempo algunos de nuestros sueños se transforman.

Y mientras tanto, algunos permanecen.

Allí, ocultos, casi imperceptibles, pero firmes.

Un viaje nos hace reflexionar.

Reflexionar, pero con la mente distinta.

Y en ese camino puede que descubramos algunos indicios de sueños que estaban ahí guardados.

Guardados hace largo tiempo.

Guardados sin que los percibamos.

Quizás, alguna pequeña fantasía.

Quizás, una pequeña ilusión de la adolescencia que parecía ser nada más que eso.

Pero que, por algún motivo, nuestra memoria la guardó.

Mejor dicho la archivó.

Y hoy acá, viajando, sale a la luz.

Abriendote los ojos para entender algunos "por qué".

Empiezo a relacionar algunas cosas y me doy cuenta que esto que quiero ahora y que parece algo nuevo, en realidad lo quise siempre.

En realidad lo quise siempre y solo necesitaba un empujoncito para animarse a salir.

Y es que, en definitiva, creo que eso son los viajes, empujoncitos.

Empujoncitos que hacen salir de nosotros ese 'algo' que siempre estuvo guardado.

Guardado ahí adentro, bien en el fondo.

Bien en el fondo, esperando expectante la oportunidad de salir.

Eso son los viajes, empujoncitos.

Empujoncitos de sueños.